El día de hoy es el más largo de todo el trekking, tenemos 7 horas de caminata por delante, así que para evitar el calor hemos madrugado bastante. Lo primero del día es tomar un potente desayuno, la montaña desgasta mucho. Aunque desde que he venido a Nepal todos los días estoy desayunando como si fuese a escalar el everest...
El desayuno consiste en 2 huevos fritos por ambos lados, 2 tostadas, mantequilla y café para mí, y para Nerea solamente 2 tostadas con mantequilla y un cola cao.

Después de dar buena cuenta de nuestro desayuno iniciamos nuestra marcha con Shishir a la cabeza y Bishnuu cerrando el grupo, como suele ser costumbre, uno para guiarnos y el otro para que no nos perdamos.

Hoy todo el día es subiendo. O como dice Shishir,
up up. Se nos ha hecho un poco paliza el recorrido, la pendiente era algo mayor. Hemos comenzado el día en los 1540 mt y lo terminamos en los 2874 mt. Además prácticamente el camino entero eran escaleras lo que aun cansa más. Además los escalones son todos diferentes no hay dos iguales. Hemos utilizado la ruta que usan los habitantes de los pueblos de la montaña para desplazarse de un lugar a otro de la misma.

Durante el trekking hemos podido comprobar como es la vida rural en Nepal y como son los pueblos y hemos disfrutado de la hospitalidad de las montañas y de sus gentes.

La comida de hoy ha sido más ansiada que nunca, 4 horas subiendo escaleras desgasta mucho, y necesitábamos un pequeño descanso. Con la escusa del desgaste físico, aunque yo nunca necesito una escusa para comer, me he puesto morado. Me he metido entre pecho y espalda un plato de pasta con vegetales y queso que perfectamente podía ser para dos personas, y luego de segundo plato nada menos que 10 momos (mog mog) vegetales. Los momos son una especie de bolas de pasta o masa cocida y rellenos con diferentes ingredientes como carne picada o vegetales. Casi reviento, y la culpa la ha tenido Shishir que me ha dicho antes de pedir que no era mucha comida...ahora, que rico estaba un rato. Nerea ha sido más prudente, un plato de arroz frito con vegetales y un pudding de chocolate ha sido toda su comida.

Después de haber repuesto bien las fuerzas, proseguimos nuestro camino de ascensión de escaleras. Creo que para esta hora ya hemos subido cerca de un millón de ellas. A primera hora de la tarde llegamos a Ghorepani, uno de los pueblos más grande e importante de las montañas.

Lo primero que hemos hecho ha sido alojarnos en nuestro guesthouse. Las habitaciones eran una especie de bungalós con un edificio central a modo de restaurante - salón con una gran chimenea en el centro, que hemos usado para secar la ropa que antes habíamos lavado.

Tras dejar las mochilas, ducharnos y cambiarnos de ropa, damos una vuelta tranquilamente por el pueblo. Las vistas que tiene este pueblo son estupendas, e imposibles de describir. Enfrente nuestra tenemos el Dhaulagiri, una enorme
montaña de 8172 mt que parece que la puedas tocar con la mano. También se puede ver el Machapuchare, Annapurna south y varios montes más que impresionan mucho.

Tras la pequeña vuelta al pueblo, y teniendo en cuenta que empieza a hacer frío, nos vamos al salón donde alrededor de la estufa nos juntamos con Shishir y pasamos el rato charlando con él y escuchando algo de música. Shishir es un cachondo, habla cuatro palabras en español y nos hemos estado riendo con su pronunciación. Claro que la mía en inglés no es para menos. Entre risas y risas nos hemos trincado un par de everest, la cerveza favorita de él.

Mientras estábamos disfrutando de este momento de relax, han entrado dos muchachos al salón hablando en castellano. Uno de ellos era de Barcelona, el otro de Vitoria. Se han incorporado a nuestra charla. Ha sido agradable, poder compartir la experiencia del viaje en una lengua que sí domino y entiendo.

La cena de hoy ha sido espectacular. Me he comido un chuletón de búfalo, con verduras, al grill que te sirven con una salsa marrón, buenísima, que no sé exactamente que lleva.
El chuletón te lo sirven en una tabla de madera y te lo sirven en la mesa en llamas. Muy recomendable.
Nerea se ha conformado con una tortilla y pan tibetano.

Al terminar la cena, hemos pasado el rato repasando la ruta de mañana y hablando un rato, tenía que reposar el chuletón. Con esto damos por concluido este agotador segundo día.

0 Comments:

Post a Comment



Blogger Template by Blogcrowds