Como viene siendo costumbre desde que estamos haciendo el trekking, me he levantado pronto para ver el amanecer, que aquí tiene algo especial.

Tras tomar un potente desayuno, casi me sirven un kilo de muesli, nos hemos puesto en marcha hacia Pokhara. Hoy descenderemos hasta los 1070 mt. Hoy quizás haya sido la parte que menos me ha gustado del trekking. La primera hora y media del día ha estado bien, viendo la vida rural, pero la hora y media final no tiene mucho que ver, no ha sido nada especial ver como sacan piedras del río, pero lo importante es que ¡lo hemos conseguido! hemos podido con 5 días de trekking. Pero antes de llegar a Pokhara teníamos por delante una hora de actividad de mucho riesgo, teníamos que volver en taxi hasta Pokhara. Y en Nepal montarte en coche está declarado como peligro público.

Finalmente, sanos y salvos llegamos a Pokhara, ahora toca despedirse en el hotel de Bishnu. Al final hemos conseguido hacer buena relación con el, ha sido un gran compañero de fatigas. Seguramente no volvamos a verle más. Con un sincero apretón de manos y una tímida sonrisa se despide de nosotros, todavía le quedan 7 horas de autobús hasta Katmandú. Bishnu, strongman, buena suerte chaval.

Los tres que nos hemos quedado en Pokhara, Shishir, Nerea y yo, vamos a reponer fuerzas que ya lo voy necesitando. Como Shishir no quería elegir local tomo yo la iniciativa, y nos metemos en uno con pinta de carillo. Yo, antes de que nadie se dé cuenta me como un menú tibetano consistente en una muy buena cantidad de arroz, sopa de lentejas, espinacas, pepino y zanahoria, carne, y yogur. Estaba delicioso, no he dejado nada más que el plato. Creo que en estas vacaciones me voy a poner como una albondiguilla. Nerea se conforma con un plato de arroz frito con verduras. Shishir con un filete acompañado por arroz, verduras y patatas se ha conformado.

Después de comer, he decidido acudir a una barbería para darme un apurado afeitado nepalí. Al regresar
del trekking, ando con unas barbas como las de Yeti. Ha sido toda una experiencia. Por solamente un euro y medio me han realizado un afeitado de precisión y me han refrescado la cara con un bálsamo de piedra de alumbre, y de regalo un masaje en la cabeza. Lo que decía, toda una experiencia, que no muchos viajeros viven.

Por la tarde hemos alquilado una barca para ir hasta el templo hindú de Varahi mandir situado en el centro del lago Phewa tal. Este templo construido en forma de pagoda, es el más famoso de Pokhara, y está dedicado al Vishnú en su encarnación de jabalí.

A la vuelta a la ciudad, Shishir se ha puesto a remar, le hemos estado vacilando un rato. Justo cuando hemos terminado con la barca se ha puesto a llover, por lo que hemos decidido tomar una cerveza en una terraza, como siempre unas everest.
Menos mal que hemos decidido entrar y no continuar, porque en menos de 5 minutos ha caído una buena granizada durante más de 10 minutos, que ha hecho que se inunden todas las calles. Los granizos eran casi como un huevo. Ha sido impresionante, y nosotros con la ropa tendida en el hotel.

Nada más terminar la tormenta, Shishir se ha marchado al hotel y nosotros hemos aprovechado para llamar a casa. No merece la pena traerse el móvil. Hay un montón de locutorios desde los que puedes llamar por precios ridículos.

Hemos estado dando un paseo sin prisa alguna por la calle principal de Pokhara, Lakeside, hasta la hora de cenar. Hemos repetido el mismo restaurante que el primer día y de nuevo hemos cenado de maravilla. Todo un acierto este local. Por 9 euros cada uno hemos cenado como reyes.

Con esto damos por concluido el día, mañana hemos quedado con Shishir a las 4.45 de la mañana, y esa hora llega enseguida.


0 Comments:

Post a Comment



Blogger Template by Blogcrowds