Hoy toca empezar pronto el día, y para las 6 de la mañana ya estamos desayunando. Hemos desayunado como dos verdaderos montañeros, que pena que solo seamos aficionados.
Dos huevos fritos, por ambos lados como es costumbre aquí, café con leche, cereales, y dos tostadas con mermelada y mantequilla, es lo que yo he pedido. Nerea se ha conformado con un cola cao y dos tostadas.

Con puntualidad británica aparece Shishir con nuestro porteador, de casta sherpa, llamado Bishnu Gurung.
Un muchacho muy tímido, pero ciertamente muy atento con nosotros, y el chofer encargado de secarnos hasta la última gota de adrenalina por esas carreteras de dios. Nos espera una hora de coche antes de comenzar el trekking.

Pero cuando veo el coche casi me caigo de espaldas. ¿En este juguete pretende llevarnos?
Pero si somos 5 adultos, 3 mochilas de 60 litros, y otras dos de 30. Pero si no cabe todo, ¡que es un Hyundai Getz!

Nunca subestimes un Hyundai. No solo nos llevo sin problema a nosotros y nuestro equipaje, sino que adelantó como un fórmula 1, derrapando en las curvas como si fuese Kimi Räikkönen y se metió por caminos por los que no se mete ni el mejor de los 4x4. Increíble.

Al final llegamos a nuestro punto de partida, Nayapul. Este pequeño pueblo situado a 1070 mt de altitud. Desde Nayapul parten gran parte de las expediciones al área del Annapurna.
Desde aquí comenzaremos nuestro trekking de cinco días por el Annapurna Range. La etapa de hoy no es excesivamente dura, sí que es larga, aproximadamente 5 horas, pero la inclinación no la hace difícil. Lo primero que tenemos que hacer es sellar nuestro permiso para comenzar el trekking. Este permiso lo sacamos en Pokhara ayer mismo. Todo el que tenga previsto adentrarse en alguna parte de la zona del Annapurna necesitará un permiso del Annapurna Conservation Area Project (ACAP), que más o menos cuesta 20 euros, igualmente necesitará el Trekkers Informatión Management System (TIMS) una especie de impuesto que cuesta 10 dolares que deben pagar los montañeros independientes. El ACAP realiza controles en el interior de la reserva.
Y ahora sí, con todo en regla comenzamos con nuestra aventura pedestre.

Es difícil relatar un día de trekking, porque por suerte no pasan excesivas cosas que relatar. Pero puedo deciros que lo que vimos y sobre todo lo que sentimos, allí solos en el monte, solo tiene una forma de explicarse ¡ANNAPURNA! Estoy haciendo un trekking en el Annapurna.

Los parajes que se van abriendo a nuestro paso son espectaculares, arrozales por todos los lados, todo el monte verde, puentes de vértigo, y pueblos de postales, y el rio Bhurungdi Kola. No me extraña que no pare de sacar fotos y de filmar. Es imposible parar de hacerlo con estos paisajes.

A media tarde llegamos a nuestro alojamiento. Un Guesthouse perdido en mitad de la montaña. Un sitio tranquilo sin muchas comodidades, pero con una buena cocina, situado en el pueblo de Tikhedhunga a 1540 mt de altitud. Poco a poco empezamos a ganar altura.

Como hemos llegado acalorados, hoy ha hecho mucho calor, nos hemos ido a dar un chapuzón al río. Hemos encontrado una poza pequeñita, con una cascada de película, un lugar inmejorable para descansar. A nuestra vuelta al guesthouse nos hemos dado cuenta que hemos hecho mal las mochilas. Hemos repartido el equipaje en dos partes, y lo que no necesitábamos para el trekking lo hemos dejado en el hotel de Pokhara y nos hemos dejado lo más importante, ¡EL DINERO!. Hemos traído las tarjetas de crédito al monte, algunos euros y alguna libra y nos hemos dejado las rupias, que cabeza.
Solamente disponemos de 12 euros para 5 días. Y teniendo en cuenta que estamos gastando 4 euros diarios en bebidas, a mi no me salen las cuentas, o dejamos de beber o tenemos que buscar una solución. Menos mal que Shishir se ha ofrecido a prestarnos el dinero que necesitemos.

Después de pasar un rato charlando con Shishir y tomándonos unas everest, decidimos cenar, ya empezamos a tener hambre, son las 6 de la tarde y hemos comido pronto. A las 7 de la tarde, nos llega el pan tibetano, la tortilla, la sopa Mixell y unas patatas cocinadas a modo de tortilla. Y de postre un pudding de chocolate. Estaba todo buenísimo, pero el pudding ha sido espectacular.

Al término de la cena, hemos compartido otro agradable rato de charla, esta vez se ha sumado Bishnu, nuestro porteador. Casi toda la charla ha sido para hablar de fútbol. Aquí son seguidores de la Premier league, que la conocen muy bien, aunque no ocurre lo mismo con nuestra liga.

Enseguida nos retiramos a la habitación, ellos tienen que cenar todavía, y nosotros estamos cansados, además yo tengo que escribir el blog. El día ha sido muy agradable. Esto del trekking promete mucho.






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